Esthela Solano-Suarez – El rechazo del concepto

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El próximo encuentro Pipol nos invita a reflexionar sobre un tema de actualidad : « El inconsciente y el cerebro ». ¡Vayamos entonces !

Primer paso : entrar en el asunto. Compro libros y los reviso. Hago una elección simple, tomar una muestra, solamente una para empezar,  el libro: “Neurociencias y psicoanálisis: un encuentro entorno al surgimiento de la singularidad, resultado del Congreso de 27 de mayo  2008 en el Colegio de Francia, publicado por Odile Jacob. El espíritu del Congreso apunta a « identificar los puntos de intersección a partir de los cuales los conceptos de un campo fertilizan la reflexión del otro y abren paso hacia nuevas perspectivas de investigación. » (1) La búsqueda de puntos de intersección conduce hacia las nociones de huella y de plasticidad neuronal así como a estados somáticos y homeostáticos.

Orientada por esta promesa, decido centrarme en los artículos de los autores que dirigen la dirección de dicho libro.

La primera lectura no es fácil debido a lo áspero de la terminología. Pero bueno, una respiración profunda y un retorno a los años 60 me permiten activar las huellas de las clases de Neuropsicología, y el recuerdo del profesor apasionado por los ejes de conducción del sistema nervioso y de todos los misterios que encierra el funcionamiento del cerebro. Allí me encuentro.

En estos textos se trata de explicar las bases neuronales del inconsciente, del sujeto y de la pulsión. Esto se presenta así :

  1. En un primer tiempo una experiencia deja huellas bajo la forma de conjuntos de sinapsis facilitadas.
  2. La reactivación de estos conjuntos neuronales puede dar cuenta de la representación ò de las imágenes mentales de la experiencia que las produjo.
  3. Luego, dichas huellas asociándose entre ellas van a formar nuevas huellas que ya no tienen nexo directo con la experiencia o las percepciones iniciales.

Partiendo de estas bases se deduce la “paradoja de la plasticidad” (2) que se apoya en la diferencia entre la inscripción de la experiencia y la nueva asociación de huellas separadas de la experiencia. En esta diferencia donde se percibe una discontinuidad se aloja “una realidad inconsciente fundamental desunida de la experiencia”, (3) así como un sujeto que “inscribe huellas y  que no es solo el resultante de ellas” (4).

Para compensar el determinismo mecanicista, los autores identifican en esta discontinuidad la contingencia, hasta incluso la tuché en el sentido de Lacan, en oposición a la necesidad, que nace de la continuidad propia al desarrollo.

Como articular entonces el cerebro y el cuerpo ? El inconsciente no sería todo cerebro en la medida en que  “las huellas inscritas, consecuencia de una percepción o de una experiencia, van a estar ligadas con las huellas cifrando para los estados somáticos asociados a esta percepción.” (5)  Así, la asociación entre representaciones y estados somáticos convocaría “la noción misma de pulsión, que representa un concepto frontera entre lo somático y lo psíquico” (6). La pulsión, desde esta perspectiva es un “empuje homeostático” que “va a participar a  producir un acto” (7).

Encontramos aquí  el ejemplo patente de lo que Lacan nombra “el rechazo del concepto” (8), reduciendo, por inferencia, el inconsciente y la pulsión al rango de una consecuencia de la experiencia de la plasticidad neuronal. Yendo rápido, recordemos que el concepto de inconsciente destaca una discontinuidad que es la de la abertura, la de la falla, la del obstáculo al nivel de la causa. El concepto de inconsciente aprovecha de lo que se borra de la huella y produce un efecto de agujero. Por otro lado, la pulsión en el sentido de Freud, y el goce en el sentido de Lacan se inscriben en el cuerpo como dando testimonio de lo que genera discordia y agujero a nivel de lo sexual. Además, el sujeto del inconsciente en el sentido de Lacan no es el sujeto que decide de los actos, o mismo de las respuestas a tales o tales estímulos endógenos o exógenos. El sujeto es una pura ficción del significante, representado por un significante para un otro significante y en tanto que tal, puro efecto  de la barra que separa el significante del significado, y no el individuo en el sentido de Aristóteles.

Este tipo de ejercicio oportunista que pretende conciliar neurociencias y psicoanálisis revoca a este último en el rango de una psicología neuro y no busca otra cosa que su desaparición.

Traducción: Silvana Belmudes

Neurosciences et psychanalyse, bajo la dirección de Pierre Magistretti y François Ansermet, Odile Jacob, Domont, mayo 2018, pagina 7.
Ibidem, page 18.
Ibidem, page 19.
Ibidem, page 28.
Ibidem.
Ibidem, page 21
Ibidem.
Lacan J., Seminario Libro XI, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, texto establecido por J.-A. Miller, Le Seuil, France 1973, pagina 22.

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