Itxaso Muro Usobiaga – ¡Jefe! ¿Qué hacemos con lo que no cabe?
Lo que el método científico no puede medir, no es relevante, o incluso, no existe. “Lo que no podemos medir, no podemos trabajar con ello” me dijo una profesora de psicología del aprendizaje cuando le pregunté que qué hacía con lo que volvía sin cesar. Aunque en la misma aula aprendí que correlación no es igual a causalidad, amalgama tan corriente en múltiples estudios que se pretenden científicos y que afirman haber encontrado la panacea. Nuestro trabajo como analistas consiste en ir a pescar, con la paciencia del pescador con caña, lo que escapa a las redes del método científico, y de las neurociencias actualmente. Lo que se sitúa más allá del principio de placer, lo que no corresponde a ningún componente orgánico, lo que no se explica con una sustancia.
Los autores de esta Newsletter nos recuerdan algunas de estas capturas: La adicción al juego, los errores que dan un respiro a la existencia, el libre albedrío ajeno a las máquinas, la transferencia, el objeto a, el goce, el inconsciente como vacío, imposible de localizar en el cuerpo. Tantas manifestaciones de lo vivo del ser hablante. Y como Roca nos recuerda que Hegel escribió, “la observación del Sistema Nervioso Central como soporte concreto de lo orgánico de la conciencia de sí, de la res cogitans cartesiana, no es sino observación de un cadáver, de un ser carente de vida ya que este Sistema Nervioso Central no es presencia de la conciencia de sí”1.
¡Disfruten la lectura!
1 G. Hegel. Phänomenologie des geistes. 1807.